Marruecos, conocido por su rica historia y fascinante cultura, es un país lleno de destinos turísticos populares como Marrakech, Fez y Casablanca. Sin embargo, hay una joya escondida que a menudo pasa desapercibida para muchos viajeros: Meknes. Situada en el centro del país, a solo unas pocas horas de conducción desde las principales ciudades, Meknes ofrece una experiencia auténtica y encantadora que no se puede encontrar en ningún otro lugar.
Con su historia que se remonta a más de mil años, Meknes se enorgullece de ser una de las cuatro Ciudades Imperiales de Marruecos. Fue fundada en el siglo IX por los almorávides y en el siglo XVII se convirtió en la capital del país bajo el reinado del sultán Moulay Ismail. Esta ciudad amurallada, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996, está llena de impresionantes monumentos y una arquitectura hermosa que refleja la riqueza y el esplendor de su pasado.
Una de las atracciones más impresionantes de Meknes es sin duda la Medina, un laberinto de estrechas calles y callejones que te transportan a otra época. Aquí, podrás explorar los zocos tradicionales, donde se venden de todo, desde especias hasta artesanías marroquíes auténticas. No te olvides de disfrutar de un delicioso té de menta en uno de los encantadores cafés. La Medina de Meknes destaca por su autenticidad y autenticidad, lejos del bullicio turístico de otras ciudades.
El corazón de Meknes es la Place el-Hedim, una amplia plaza rodeada de cafés, restaurantes y tiendas. Aquí podrás disfrutar de la animada atmósfera de la vida diaria de Meknes mientras observas a los lugareños y turistas disfrutar de la vida. La plaza está dominada por la impresionante puerta de Bab Mansour, considerada una de las puertas más hermosas de todo Marruecos. No te pierdas la oportunidad de tomar una foto junto a esta magnífica estructura.
Otra visita obligada en Meknes es el Mausoleo de Moulay Ismail, el sultán que convirtió a Meknes en la capital del país. Este mausoleo es un hito importante y sagrado en la ciudad, y su impresionante arquitectura y adornos te dejarán sin palabras. Además, los jardines que lo rodean son el lugar perfecto para relajarse y disfrutar de un momento de tranquilidad.
Si eres amante de la historia, no puedes dejar de visitar la antigua ciudad romana de Volubilis, que se encuentra a pocos kilómetros de Meknes. Aquí podrás explorar las ruinas de lo que una vez fue una floreciente ciudad romana, con mosaicos impresionantes y restos arquitectónicos que te permitirán imaginar cómo era la vida en la antigua Roma.
En cuanto a la gastronomía, Meknes no decepciona. La ciudad es conocida por su deliciosa cocina tradicional marroquí, con platos llenos de sabores y especias exquisitas. No te vayas sin probar el cordero con ciruelas y almendras o el famoso tagine de Meknes, una especialidad local. Los restaurantes aquí son auténticos y asequibles, lo que te permitirá disfrutar de una comida inolvidable sin preocuparte por el presupuesto.
En resumen, Meknes, la joya escondida de Marruecos, es un destino que ofrece una experiencia única y auténtica. Con su impresionante historia, encantadora Medina y una gastronomía exquisita, esta ciudad tiene mucho que ofrecer a los viajeros que buscan algo más allá de los destinos turísticos más conocidos. Descubre la magia de Meknes y déjate enamorar por su belleza y encanto. No te arrepentirás de haberla incluido en tu itinerario de viaje a Marruecos.